viernes, agosto 12, 2011

A horse, a horse... My kingdom for a horse.

    

Algo sucede en lo más profundo de un alma atormentada que le hace querer romper su ominosa prisión. Me faltaría mucho para afirmar que Mark Linkous sufría de alguna clase de tormento, lo que sí puedo decir es que su música, como principal motor de Sparklehorse (que fue más un seudónimo que una agrupación), era un salto a ciegas al vacío existencial. Algo tan sombrío y retorcido que podía trasladar a cualquiera a la habitación más oscura de su memoria.
Haré una mención especial al cuidado y dedicación en los arreglos de cada una de las canciones que creó y que al ser escuchada pueden ser desdobladas para apreciar cada una de las capas que, de forma sobrepuesta, le componen. Dentro de cada ritmo, letra e instrumento existe una intención bien planeada y profundamente grabada, dando la impresión así, equivoca o no, de que había algo gritando desde el interior de este oscuro personaje.
Ya fuera en su faceta de productor, multi-talentoso músico, compositor, escritor o al dejarse llevar por el profundo sufrimiento plasmado en su voz, podría decirse que Sparklehorse lo dio todo y lo hizo a conciencia, dejando sus huellas y buscando dejar a su paso trabajos de calidad.
Con 'Vivadixiesubmarinetransmissionplot' se da lugar a una calmada y precisa introducción a el mundo que Mark creó para si mismo y para su pasión más grande que presumiblemente es la música. Perdonar mi insistencia en el trabajo de producción y arreglos que supone un album de Sparklehorse, pero es lo que principalmente me hace admirar y entusiasmarme al escucharle.
Al mismo tiempo 'Homecoming Queen' representa el primer encuentro, la bienvenida, el inicio de un maravilloso y suculento viaje por los senderos oscuros de el alma, pero, a diferencia de lo que creen muchos, no es a través de Mark Linkous o Sparklehorse, es el alma de uno mismo la que es expuesta, la invitación a la introspectiva.

Pero la vida es simple, tanto como podamos construirla. 

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